Através del tiempo, nuestra agricultura ha ido adaptándose a los cambios en las necesidades de todo tipo en los diversos mercados de destino, tanto en la gama de frutas ofrecidas como en la inclusión de nuevas variedades. Si bien dicha adaptación es natural para todo sector económico, el caso de la agricultura es singular, dado que producir alimento en el campo es una ecuación con múltiples variables, entre las cuales el clima es de muy alto impacto y ha ido cambiando a una tasa acelerada en los últimos quince años. Dichos cambios climáticos, han provocado a su vez una serie de cambios estructurales en la fruticultura. Uno de ellos es la escasez de agua que ha ido moviendo el mapa productivo desde el norte hacia el sur; si en la fruticultura de los años 80 el factor de compra de la tierra era el “buen clima” para producir, hoy en día es “buena disponibilidad de agua”.
Además, se suman otros factores, muchos de ellos silenciosos, pero que generan mermas productivas y de calidad. Estos factores son agrupados como causantes de estrés abiótico, y los más relevantes son:
— Las temperaturas extremas, tanto las mínimas como máximas. Ambas fronteras se han movido, lo que genera problemas al inicio de la temporada, durante e incluso hasta la cosecha.
— El exceso de radiación lumínica, que satura la maquinaria fotosintética de las plantas provocando mermas en la producción y baja calidad.
— La baja calidad de agua tanto para riego como para las aplicaciones de productos fitosanitarios, está asociada a la fuerte presencia de sales y principalmente la de carbonatos, cuyos efectos nocivos a nivel de riego son alterar el potencial mátrico del suelo e impedir la correcta hidratación y absorción de nutrientes, impactando directamente en las características productivas y de calidad del cultivo. Otro efecto detrimental de los carbonatos, es la disminución de la eficacia de las aplicaciones de los productos fitosanitarios y reguladores de crecimiento durante el cultivo, ya que los carbonatos degradan los ingredientes activos y disminuyen su cantidad disponible, impidiendo el correcto beneficio biológico que ofrecen.
En AgroConnexion hemos venido trabajando e implementando una estrategia que apunta a resolver estas nuevas dificultades técnicas que enfrentan los cultivos. Llevamos más de 25 años contribuyendo a aumentar el potencial productivo y de calidad de los cultivos a través de la nutrición, la biodefensa y el manejo del estrés. A modo de ejemplo, para el manejo del estrés por temperaturas extremas contamos con la línea Terra-Sorb (versiones: Foliar, Radicular y Fertirriego), la cual tiene una altísima biodisponibilidad de L-alfa-aminoácidos, que son los que la planta necesita para enfrentar el estrés por temperatura debido a que participan en la producción de proteínas del shock térmico para compensar el efecto del estrés y así seguir con su correcto funcionamiento metabólico.
En relación con la presencia de sales en el agua, esto tiene dos impactos en simultáneo. El primero de ellos es el efecto en el agua para riego mientras que el segundo es el efecto en el agua para las aplicaciones del programa fitosanitario. Las sales en el agua de riego impactan en el potencial mátrico del suelo y provocan que el agua permanezca retenida con mayor fuerza, lo que dificulta la apropiada hidratación de las plantas y disminuye la eficiencia en su funcionamiento. Para resolver esto, contamos con StresSal, una solución de muy fácil uso debido a que se puede aplicar a través del sistema de riego. Esto le permite alcanzar directamente el sistema radicular de cada planta, donde ejerce su acción al permitirle la regulación osmótica corrigiendo así el potencial de la planta; en consecuencia, el agua vuelve a ingresar y se reestablece la correcta hidratación y funcionamiento. Esta tecnología es totalmente diferente a lo que se conoce hasta ahora, como por ejemplo los desplazadores de sales, los cuales ejercen su acción sobre el suelo, con toda la logística que eso implica en terreno. En cambio, StresSal se puede usar directo a través del sistema de riego, con acción directa en la planta.
Para mejorar la calidad del agua asociada a las aplicaciones de los productos fitosanitarios, contamos con Indicate-5, el cual tiene múltiples beneficios como la corrección del pH hasta el óptimo que se desee, gracias a que su formulación incluye un indicador de color que facilita la calibración del agua. Además, el producto es capaz de secuestrar los carbonatos contenidos en el agua, convirtiendo en sólo segundos un agua dura (con altos contenidos de carbonatos) en agua blanda. Esta innovación nos ha llevado a posicionar ampliamente este producto en diversos cultivos, ya que resuelve de manera muy sencilla dos problemas complejos como lo son el ajuste del pH y la eliminación del efecto negativo de los carbonatos en el agua. Nuestra recomendación general es que considerar que, si el pH es de un nivel catalogado como óptimo (ej.: cercano a 7), esto no necesariamente implica que el agua no contiene carbonatos; nuestra experiencia dice algo diferente. En muestreos rutinarios que realizamos en terreno hemos detectado que muchos campos tienen agua con un pH entre 6 a 8 y con niveles de carbonatos superiores a 500 ppm, lo que resulta en un agua de baja calidad para las aplicaciones, que disminuye la eficacia y eficiencia de los programas de aplicaciones en el cultivo.
Finalmente, nos complace informar que pronto comenzaremos el lanzamiento de diferentes soluciones de última generación que permitirán resolver distintas complejidades técnicas asociadas a la calidad frutal. Este año lanzaremos dos productos en el cultivo de manzano. El primero de ellos es regulador de crecimiento que mejora sustancialmente el color de los frutos y el segundo mejora el calibre y las características anatómicas favoreciendo el aspecto general de terminación de las manzanas. Sumado a lo anterior, contaremos también con una nueva y completa línea de nutrición especializada para diferentes cultivos, que es de muy alta pureza y libre de sulfatos, carbonatos y otros contaminantes. Son soluciones de excelente solubilidad que permitirán facilitarle a los productores la entrega de la mejor nutrición y de la manera más eficiente posible.
Rodrigo Retamal C.
Ing. Agr. M.Sc. Director Comercial AgroConnexion